domingo, 24 de febrero de 2013

Algunos conceptos teóricos de KM


La gestión del conocimiento, es un campo de la administración que tiene como objetivo identificar, evaluar, almacenar, organizar y distribuir el conocimiento que se posee, que se genera y que se necesita, en una organización. La información ha de circular, retro-alimentarse en un continuo feedback para, a su vez, alimentar el conocimiento.
Para desarrollar gestión de conocimiento nos podemos apoyar en las nuevas tecnologías que facilitan la implantación de sistemas de gestión de conocimiento (SGS o KMS).
Las herramientas de gestión del conocimiento (tecnologías, KMS) deben, ser capaces de capturar, organizar, almacenar y, lo que es más importante, transmitir, allí donde haga falta, ese conocimiento para que pueda ser utilizado donde es demandado.

Uno de los conceptos más importantes a aclarar es qué se entiende por conocimiento. El conocimiento en una organización se produce cuando un individuo de la misma hace uso de lo que sabe y de la información que tiene disponible para la resolución de un problema o el desarrollo de un proyecto, no debemos confundir, conocimiento con información (decimos que el conocimiento es cuando hablamos de la capacidad, la habilidad, la experiencia o la inteligencia, de las personas o como un grupo de estas).

Se distinguen dos tipos de conocimientos como: 
  • El conocimiento explícito es el que dentro de la organización tiene establecidas las fórmulas por las cuales se puede trasmitir a otras personas (un ejemplo de gestión del conocimiento explícito se ha dado siempre en la comunidad científica, que comparte con otros científicos los resultados de sus investigaciones).  
  • Por el contrario, el conocimiento tácito, es aquel que toda organización tiene, pero que no queda registrado estando totalmente ligado a las personas que componen la organización en cada momento.
El conocimiento entra en el valor de los activos intangibles que muchos estudiosos tratan de cuantificar para medir el denominado capital intelectual. Según a Edvinsson y Malone, la mejor forma de entender el papel del capital intelectual, lo tipos de valor a tener en cuenta a la hora de medirlos, se podrían dividir en tres clases: 
  • Capital humano: lo constituyen los conocimientos, habilidades,  experiencias, de los empleados individuales de la organización.  
  • Capital estructural: son los equipos, programas, bases de datos, estructura organizativa, y todo lo que forma parte de la capacidad organizacional de una empresa (todo lo que se queda en la oficina cuando los empleados se van a su casa). 
  • Capital cliente: se trata del fruto del desarrollo de relaciones con los clientes claves de una organización. 
Frase de Reflexión:
"Te diré lo que es el verdadero conocimiento.. Cuando sabes, saber que sabes; y cuando no sabes, saber que no sabes"
Confucio
 
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